Ebola virus

Por introducir un poco el caso, hay que saber que el ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda, que produce fiebres hemorrágicas en humanos y en primates. Como curiosidad, el nombre del virus se debe al río Ébola, situado geográficamente en Zaire. El virus fue descrito por primera vez en 1976 por el Dr. David Finkes, gracias a varios casos de fiebres hemorrágicas que se dieron en Zaire y Sudán.

Desde el punto de vista veterinario, vamos a referirnos a la presencia del virus en los perros. Hay que tener en cuenta, que durante las epidemias que hubo en Gabón y en la República del Congo, hubo casos de perros que habían comido restos de animales muertos infectados, aunque no mostraron síntomas clínicos visibles.

Con la necesidad de confirmar que estos perros habían tenido contacto con el virus, los científicos buscaron la presencia de anticuerpos específicos en la sangre, y se descubrió, que el porcentaje de perros con anticuerpos aumentó de forma significativa más cerca de los focos de los brotes, por lo que podemos llegar a la conclusión, que estos perros podrían ser infectados (sin mostrar síntomas clínicos) y excretar el virus, llegando a ser una fuente potencial para la infección en seres umanos, lo cual pudiera explicar ciertas infecciones humanas no aclaradas.

Lo que es evidente, y más aún con las últimas noticias acaecidas, parece razonablemente necesario, determinar el papel de los perros, y otros animales de compañía, en brotes de la fiebre del Ébola y por supuesto, tener en cuenta este riesgo en medidas para el control de las epidemias.

Según las investigaciones realizadas por el Intitut de Recherche pour le Développement, en Francia, los perros también podrían ser una fuente de contagio de la enfermedad, así lo han determinado distintos estudios que han podido localizar la presencia de anticuerpos del virus en los animales, lo que les convierte indudablemente, en potenciales fuentes de contaminación para los seres humanos, así como para otros animales, bien sean perros o de otra especie.

En África, la preocupación por el contagio a través de los perros va en aumento, donde es habitual que los perros desentierren los cadáveres y se los coman por las calles, ante la inactividad de las personas por miedo al contagio con el cadaver.

‘Las infecciones en los perros son asintomáticas’, según afirma el doctor Stephen Korsman de la Universidad de Cabo Verde. ‘Esto significa que los perros no se pondrán malos, pero pueden llegar a contagiar a los humanos con un mordisco o con un lamido‘, asegura el experto.

El equipo veterinario de Agrovet

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